Los alumnos del milenio en Educación que fijó la ONU para 2015,como la escolarización básica universal en primaria en todo el mundo, ni se están cumpliendo ni parece que vayan a lograrse para esa fecha.
América Latina es una de las zonas que más progresos ha hecho en los últimos años, y hay muchos países con posibilidades de cumplir los objetivos de escolarización y de acabar con el analfabetismo(que hoy afecta a 35 millones de personas).
Pero los progresos son escasos o nulos, reconocen distintos organismos internacionales, en temas como la calidad o la equidad. Los propios países son conscientes de que las cosas no pueden quedarse ahí, y de que una educación de calidad para toda la población es la base para el desarrollo económico y social de la región.
Pero declaraciones de buenas intenciones y objetivos se marcan continuamente los organismos internaciones, y unas pocas veces se cumplen y otras muchas, no.
¿Qué diferencia este acuerdo de otros?
Para Álvaro Marchesi, secretario general de la Organización de Estados Iberoamericanos(OEI) es el compromiso de poner sobre la mesa 2.000 millones de euro, en forma de unos fondos de cohesión al estilo de los de la Unión Europea y que serán aportados por los países más ricos, entre ellos España y Portugal.
Además, el acuerdo conlleva el compromiso de marcarse por primera vez una política educativa común, con unos mínimos de acceso y calidad para toda la zona, pero teniendo en cuenta que se trata de un continente enorme, donde cualquier problema toma esa misma dimensión y donde las velocidades de los países son muy distintas, y las desigualdades están presentes también en el interior de cada país. Así, una de las grandes dificultades del proyecto consiste en hacer avanzar paralelamente desde la escolarización básica universal o la erradicación del analfabetismo, hasta la mejora del acceso a la universidad, a la que apenas llega el 20% de la población, o la creación de un sistema fuerte, hoy casi inexistente, de Formación Profesional.
Por eso vamos a establecer dos niveles en las metas, uno para los países más avanzados y otro para los que están menos [Nicaragua, Honduras o Guatemala], explica Marchesi. Mientras el reto de estos últimos es lograr que los jóvenes estén escolarizados al menos ocho años, el de Brasil o México es llegar a los 12, por ejemplo.
La educación en Sudamérica
Si hay un problema que afecta esta parte del mundo, es justo el tema de la educación. En muchos países de la región el nivel educativo es muy pobre y la calidad de los alumnos al salir de las escuelas o de las universidades no es muy óptimo que digamos. Cabe señalar que este proceso se ha agudizado mucho más en los últimos cincuenta años. Los sucesivos gobiernos, sean civiles o militares, no le han dado la debida importancia a este aspecto, más bien se han centrado en otros que no han producido ningún efecto positivo para la población en general. En sí, la mayor parte del dinero que estaba destinado a la educación, fue desapareciendo misteriosamente por actos corruptos. Esta problemática sobretodo se dio en los años setentas y ochentas.
Además, no debemos olvidar que las cantidades destinadas a este factor, son ínfimas si es que se les compara con otras ramas del presupuesto general. Cifras que no pasaban del cinco por ciento del total de éste, y que a la vez significaban un estancamiento en el sistema educativo latinoamericano. En conjunto, estos eran los principales inconvenientes políticos y económicos que rodeaban a la educación en aquellos tiempos.
No obstante, no se debe dejar de mencionar el deficiente manejo que había en la compra de materiales, sean escritos o visuales, para las escuelas y las universidades públicas. En el rubro de las privadas si han habido mejoras sustanciales a lo largo de los años. Cabe acotar, que el nivel de los profesores era lamentable, ya que no recibían ninguna clase de capacitación. Su nivel estaba estancado en conceptos clásicos y arcaicos que no beneficiaban para nada a los estudiantes.
Por este motivo, la eficiencia educativa en Sudamérica ha sido tan baja a partir de esos años. La tendencia se ha mantenido hasta nuestros días, aunque con leves mejoras en algunos países. Estos cambios se han dado de manera puntual en naciones tales como Argentina, Brasil y Chile.
De otro lado, como ya lo mencioné anteriormente, el material desfasado jugó un papel muy importante en el bajo nivel que mostraban los alumnos al momento de ser evaluados. Así sean pruebas de carácter individual o grupal, los resultados eran los mismos.
Deficiencias al momento de leer, al comprender lo que se lee, al utilizar las operaciones elementales de las matemáticas, son algunos de los males que casi siempre aparecían en los muchachos. Estos errores se daban sobretodo en la época primaria. En el caso de la secundaria, los alumnos ,debido a su desidia propia de la edad, dejaban de lado los cursos por otras aficiones. Y debido a este hecho, sus calificaciones eran pobrísimas. Lo malo de esta situación es que el sistema educativo no tenía en cuenta otros aspectos del aprendizaje que podían encontrarse fuera del estilo tradicional de estudio.
Es decir, los aspectos emocionales no eran tomados en cuenta y por esta razón, los estudiantes descuidaban en gran medida sus clases. Para los jóvenes latinoamericanos, la escuela secundaria no servía para nada. En el caso de las universidades, el problema radica en el poco apoyo que tienen en algunos casos las públicas. Además, debido a la poca demanda de profesionales, las oportunidades de trabajo se reducen cada vez más. Por eso, las posibilidades de encontrar un puesto de trabajo estable son casi nulas en muchos países sudamericanos. Esta problemática la podemos observar en naciones tales como Perú, Bolivia y Ecuador.
No olvidemos también, que la proliferación de institutos técnicos, que no ofrecen un buena calidad de estudios es otro problema que se fue dando paulatinamente desde la década de los ochentas. Su forma de enseñanza simplista y sus costos bajos fueron el principal motivo para que miles de jóvenes latinoamericanos caigan en sus redes. Claro está, que hay excepciones, pero la gran mayoría no tienen esa calidad que si la tienen las universidades.
Por eso, lo que se recomienda es que se les de mayor énfasis a las escuelas y a las universidades. Además, de mejorar el nivel de los profesores. Si se cumplen estas medidas, se podrá esbozar un mejor futuro para la educación latinoamericana. Sino, todo seguirá transcurriendo de la misma forma en que se ha estado dando la educación en esta parte del continente americano.
1 comentario:
Tu blogg esta bien aun que le faltan fotos y dibujos.
Atentamente
Sara Rodriguez Diego
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